El Procedimiento de Acabado y Pulido: Claves para una Restauración Perfecta

Nov 14, 2023

 

En el campo de la odontología, el procedimiento de acabado y pulido desempeña un papel fundamental en la creación de restauraciones de alta calidad. Este proceso no solo busca definir la morfología de la restauración, sino que también se enfoca en darle a la superficie las características necesarias para una adecuada integración óptica. Además, desempeña un papel crucial en la reducción de la formación de biofilm en la superficie y sus márgenes, lo que contribuirá significativamente a la longevidad de la restauración dental.

 

La Lógica detrás del Proceso

El procedimiento de acabado y pulido sigue una lógica clara y precisa. Comienza eliminando grandes volúmenes de material restaurador de la superficie con instrumentos de mayor capacidad de corte o abrasión. A medida que avanzamos en el proceso, utilizamos instrumental con menor capacidad de corte o abrasividad, lo que reduce la cantidad de material eliminado de la superficie. Esto da como resultado una superficie cada vez más uniforme y lisa, culminando con instrumentos o materiales de baja abrasividad que nos brindan una superficie pulida y con brillo.

 

Consideraciones Clave

Al llevar a cabo el proceso de acabado y pulido, es fundamental tener en cuenta diversos aspectos que influirán en el resultado final de la restauración dental:

1. Elección del Material o Instrumento

La elección del material o instrumento para el desgaste de la superficie es crucial. Disponemos de instrumentos manuales y rotatorios. Los instrumentos rotatorios tienen una mayor capacidad para eliminar material de la superficie, pero debemos considerar la velocidad y la irrigación para evitar el sobrecalentamiento, lo que podría afectar el material y el complejo dentino-pulpar. Por otro lado, si optamos por instrumentos manuales, debemos evaluar su capacidad de corte.

2. El Protocolo para Acabado y Pulido de Restauraciones con Resina Compuesta

Siguiendo la lógica del proceso, proponemos el siguiente protocolo para el acabado y pulido de las restauraciones con resina compuesta. Este proceso consta de dos fases bien definidas:

 

Fase 1: Acabado

El acabado es el procedimiento que define la forma de la restauración y prepara la superficie para el pulido. Para esta fase, utilizamos instrumentos con gran capacidad de corte, que pueden ser manuales o rotatorios. El proceso de acabado implica tres procesos fundamentales:

a. Eliminación de Excesos

El primer paso implica la reducción del volumen de la restauración y la eliminación de sobrecontornos. Para este procedimiento, podemos utilizar desde fresas de diamante o multilaminadas hasta discos de pulido de grano grueso, pasando por instrumentos manuales como recortadores de exceso y hojas de bisturí.

b. Contorneado

El contorneado tiene como objetivo definir el contorno y la morfología de la restauración. Utilizamos materiales e instrumentos de abrasividad media para tener un mayor control sobre la forma.

c. Alisado de las Superficies

Este procedimiento elimina las irregularidades generadas en el proceso de modelado y contorneado. Su objetivo es suavizar las superficies, preparándolas para el pulido. Para esto, empleamos cauchos de grano grueso, discos de grano medio o fresas de diamante de grano ultra fino o multilaminadas.

 

Fase 2: Pulido

El pulido es el procedimiento mediante el cual se genera una superficie lisa y brillante, no retentiva y fácil de limpiar. Esto se logra mediante la eliminación del material restaurador con materiales de baja abrasividad. El pulido se lleva a cabo en dos etapas:

a. Pulido Grueso

En esta etapa, aplicamos una pequeña porción de pasta diamantada de 3 a 1 micrón sobre la superficie y la frotamos con una escobilla de pelo de cabra a una velocidad inicial de 5,000 rpm. Luego, aumentamos la velocidad a 8,000 rpm.

b. Pulido Fino de Alto Brillo

En esta última etapa, aplicamos una pequeña porción de pasta de óxido de aluminio de 0,5 micrones sobre la superficie y la frotamos con una escobilla de pelo de cabra a una velocidad inicial de 5,000 rpm, luego aumentamos la velocidad a 8,000 rpm. Finalmente, pasamos un disco de algodón para eliminar los restos de material de pulido y obtener una superficie sumamente pulida.

 

Conclusión

El procedimiento de acabado y pulido es esencial en la odontología restauradora. Proporciona no solo la estética deseada, sino también la funcionalidad y durabilidad de las restauraciones dentales. La elección adecuada de instrumentos y la ejecución precisa de cada fase son clave para lograr resultados óptimos.

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